Colaboradora con Canal Catala, Estil 9 y La Sexta TV. artemisatarotartemisaforo.blogspot.com.

Una forma diferente de entender el Esoterismo.

Bienvenido Amig@:

Si me has seguido a lo largo de estos años verás, que este es un anexo más de Artemisaforo-Artemisatarot que te ofrezco para facilitar que me puedas contactar, además de Facebook y la Web de Artemisa (sitio Oficial) http://www.artemisaforo.com/, que muchos de los visitantes de este blog conocerán. Recuerda... Primero fue la Librería Esotérica Artemisa fundada en el año 1997. Luego, junto al registro de marca, ArtemisaForo en el que tan buenos ratos hemos pasado. Y tras Artemisa-Tarot o Tarot Artemisa (Pag. de Consultas), ahora he decidido comenzar este Blog que a la vez de facilitarte mayor información y ayudar a que me conozcas mejor, también pretende ser un pequeño archivo de anecdótas y curiosidades, de esas que se pueden ajustar al aún amplio Mundo del Esoterismo. Espero que mi blog lo encuentres interesante.

Mis mejores deseos para ti.

Artemisa.

Si deseas Consulta Presencial llama al telf.:
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domingo, 7 de agosto de 2011

TRISTE ACIERTO.



Desita llego satisfecha y feliz después de sus años de tristeza y soledad. Su voz lucía con un brillo dorado espectacular y aquella especie de lineas puntiagudas en rojos opacos que conforme ella hablaba se dibujaban en mi mente otras veces, se habían convertido en sinuosas líneas curvas, que ondulantes, parecían bailar frente a mis ojos al compás de su voz.
Contenta de verla y sentirla así, mi pregunta fue obligada y evidente:
- El amor ha llamado nuevamente a tu puerta Desi?... Te veo francamente... Radiante!...
Ella me miró con una sonrisa de oreja a oreja, bajó la mirada y sin responder, entró directa a mi consulta.
Una vez sentada frente a mi, me dijo:
- Artemisa... Quiero que mires el futuro que tengo con Juanito.

...Y con cara de beneplácito, extendió su mano dejando una bella fotografía de los dos sobre la mesa.
Yo me sentía tan feliz como ella con su grata noticia pero, nada más ver la bonita foto y centrarme en el rostro del nuevo candidato, mi sonrisa se tornó en un extraño interrogante:
- Desi... Tienes ganas de ser madre?... (Pregunté)
- Nooo! Por qué lo preguntas?... Ves embarazo?... (Dijo con sorpresa)
- No. No es eso cariño... No es eso lo que veo...
- Ah, no?... Pues entonces por qué lo preguntas? (Insistió más sorprendida aún)
- Este hombre busca una madre que le ayude con su hijo y si me apurás, también para él. Necesita una mujer cariñosa y entregada, dispuesta a comprender y a dar sin exigir ni esperar. Su concepción del amor es extraña Desi... Tiene demasiadas carencias afectivas hasta con su propia madre... Carencias que le vienen desde la adolescencia... Tiempo en el que, percibo, soportó mucha ausencia maternal y tiranía del entorno. Es un hombre femenino... Muy sensible! Es un buen hombre pero... Necesita mucho cariño, apoyo y ayuda, y no veo claro que, lo que tu necesitas, te lo pueda dar. Quizás está demsiado centrado en que a su hijo no le pase lo que a él le pasó en su día. Es cómo si él mismo desarrollara el papel de madre con el niño. Es un hombre maternal. No paternal. Eso quiere decir que...
Miré a Desita con angustia y tragué saliva... Dios! Cómo iba a desilusionarla de esa forma con una realidad tan dura!... Pero si no respondía la verdad que yo percibía, no solo estaría alimentando una mentira si no que anularía sus mecanismos de "alerta" y ella seguiría confiando en algo imposible de crear porque, para aquel caballero era imposible, hacerse el cargo ni la idea de lo que Desi precisaba para ser feliz dentro de una pareja. Podrían ser amigos, podrían ser colegas... Pero yo sentía que ni relación carnal ni placer ni alegrías. Solo los problemas de él y su hijo. No vi más.
Sin levantar la mirada de la fotografía le dije a Desi: 
- Siento decirte que no necesita una compañera de camino con quién compartir su vida. De verdad que lo lamento... (Le dije consternada).
Sin embargo, lejos de desanimarse con mis palabras, Ella exclamó animada:
- Pero qué dices Artemisa! Noooo! Está enamoradísimo de mi!!!... Hace muchísimos años que nos conocimos y también hacía mucho que no nos veíamos. Ya de joven se enamoró de mi pero yo, le di "calabazas". Mira... Es cierto que tiene un hijo pero el niño está bien atendido por la madre y Juanito se lleva bien con la ex. En cuanto a su madre... Pasa olímpicamente de ella! Por lo visto es una mujer dominante, prepotente e insoportable. Dudo mucho que tenga ganas de "tener" otra madre! Has fallado amiga!...
Y carcajeándose de mis palabras, como si hasta entonces no hubiese escuchado nada, me miró de reojo y añadió:
- Venga, venga!... Céntrate en él de una vez y dime qué es lo que ves. Tírame las cartas! Seguro que te estás equivocando. Ya verás lo que te dice el tarot, ya verás. Estoy convencida de que este, es el definitivo!... (Terminó diciendo sonriente otra vez)
Yo solo atiné a añadir:
- No te digo que no te quiera... Solo digo que, o no sabe amar a una mujer, o su forma de amar no será la que tu precises.
Desita siguió mirándome con displicencia y no abrió la boca.
Extrañada por su reacción, me pareció entrever que aquella mujer que durante años se había puesto en mis manos confiando en mi, buscando orientación y ayuda a sus penas y temores, y que tan contenta y agradecida había estado siempre con mis vaticinios, de repente, dudaba de mis sensaciones y palabras.
Era evidente que yo podía estar equivocándome!... Porque a veces, los videntes, también nos equivocamos pero, mi sensación frente a la fotografía que aún permanecía sobre el cristal de la mesa era tan, sumamente fuerte que, no pude menos que mirarla con excepticismo y seguir. La consulta se perfilaba dura. Desi quería aferrarse a una ilusión que estaba muy lejos de la realidad que creía y necesitaba, al igual que no admitiría lo que yo le acababa de decir. Sabía que tampoco aceptaría lo que temía que el tarot podía reflejar. Aún así, me relajé para que mis sensaciones no afectaran la tirada, puse mi mente en blanco olvidando la foto y...
Durante unos minutos permanecí callada observando a mi clienta. Luego, cuando ya me sentí preparada cogí las cartas, tomé aliento, la miré a los ojos y barajé concentrada en el futuro que ambos, Juanito y Ella, podrían tener juntos. Mientras, la consultante esperó ansiosa sin decir palabra con su brillante y ya escéptica sonrisa puesta.
- Corta por favor. (Dije pasándole el mazo).
Ella colocó su mano sobre la baraja, se concentró en su amor y cortó. Y mientras se concentraba, yo recé por estar equivocada esperando con avidez, el supuesto grato mensaje de las cartas. Desi se merecía ser feliz!... Yo le había conocido demasiados años de soledad, de ausencia de ilusiones, de trabajar su autoestima, de superación personal... Sabía que estaba preparada para dar amor pero antes tendría que recibirlo porque esa era su mayor carencia. Falta de amor...
Juanito se perfilaba con las mismas necesidades y carencias que la que consultaba. Esperar que le dieran. Cómo podrían entonces entenderse, si ambos reclamarían lo mismo al otro sin ser capaces de dar y soltarse espontaneamente?...

Desgraciadamente para ambas, solo al corte, el mensaje de los arcanos ya no dió los buenos augurios que deseamos, al menos, en cuanto al desarrollo de una feliz pareja. Más bien el mensaje de la tirada fue, el mismo que acababa de darle sondeando la fotografía con mi videncia. En ese instante... Quise fundirme. En definitiva, un resultado nefasto para lo que Ella hubiese deseado y yo, estaba obligada a darle el mensaje.
Supongo que molesta y sin creer en mis palabras, Desita me despidió y se marchó. No volví a verla hasta casi un año después. Cuando la puerta se cerró tras Ella, me quedé tan desanimada y confusa que, de haber estado en su lugar, no habría vuelto nunca más a consultar a "semejante" vidente pero, tiempo después...

Sonó el timbre de la puerta y al abrir vi que era... Ella! Sin embargo su luz, su voz y su apariencia tendía a ser nuevamente triste, enrojecida o amoratada y opaca, y aquella sonrisa tan espectacular de la última vez que nos vimos, no se perfilaba ni en un simple esbozo. No hizo falta explicar ni mirar cartas. Me abrazó y simplemente dijo con su habitual seriedad:
- Artemisa... Por desgracia, no te equivocaste. Su hijo es lo primero, las imposiciones de su madre lo segundo y yo estoy en un lugar que no es si quiera, ni el último. Creo que ni tan solo se da cuenta del tiempo que pasa sin verme. Tenías razón. No me necesita más que para acompañarlo con su hijo. Ni compañero de camino, ni sexo, ni risas, ni juegos... Solo palabras de proyectos incumplidos si no está su hijo en ellos. Por mi, en casi un año y medio, pocas veces ha hecho una excepción o cambiado sus planes por verme feliz. El es astuto. Aparenta ser generoso porque nunca pide pero si quiero verlo, siempre soy yo la que tiene que dar y ceder. Sabes?... Ya he perdido toda la ilusión que sembró en mi, al principio, con su aparición y sus sabias palabras. Lamentablemente, ha conseguido convertirse en un simple amigo, que no AMIGO, mi querida AMIGA.

Artemisa.


 

Radio Kanal Barcelona -RKB. Programa radiofónico "Oraculo y Enigmas" de Miriam Belín.
   Sinestesia y Sistemas de Adivinación.

 


miércoles, 12 de enero de 2011

BAD TOUR. Barcelona 1988, Estadio del Camp Nou.


Cosas que solo pasan una vez en la vida.

En algún sitio de este blog "Artemisa", he dicho que lo abrí (hace casi un año aunque lo haya tenido parado) para hablar del esoterismo de una manera distinta a lo habitual. Y si buscamos en el diccionario la definición de esta palabra, en lo más escueto que a su vez es demasiado amplio, encontraremos "oculto", "secreto" y hasta "reservado" pero... Reservado a qué, quién o quienes?

Posiblemente en mi Web Oficial Artemisaforo: http://www.artemisaforo.com/, comenté en algún artículo que el esoterismo de la Edad Media era mucho más ámplio y oscuro de lo que hoy en día es porque, afortunadamente, la ciencia, cada día ha investigado más y esclarecido cuestiones que antaño estaban "reservadas" a lo desconocido y a las cuales hoy, ya se les ha encontrado la lógica razonable. Y sin embargo, la mente humana, sigue siendo La Montaña Insalvable.
Por desgracia, aún queda demasiado por desentrañar de esa materia gris de la que sabemos tan poco y estoy cada día más convencida de que abarca mucho más de lo que nos imaginamos. Esa fuerza tan tremenda y amplitud de nuestro pensamiento, de nuestra voluntad, de nuestra energía, tanto física como interna que, en definitiva, seguramente no sea otra cosa más que energía "biológica" que se genera a través de nuestra química orgánica, a mi me hace creer y cada día con mayor convicción que, cuando partimos de este mundo dejando nuestro cuerpo, efectivamente, nos comunicamos y realizamos con otro tipo de tareas en el "más allá" y con total plenitud de facultades aunque sean a otro nivel que seguramente nos es dificil de entender ni aceptar desde el plano físico y de la materia en el que estamos. No es que crea esto por cuestiones religiosas ni por aferrarme a que tras mi muerte, tendré un aliento de vida aunque sea de otra forma. NO! Lo creo porque mis contactos con el "otro lado" han sido muy evidentes y el último, me sacó de un pozo del que nunca creí salir.

Hace pocos días edité la página en honor a Michael Jackson y dije que algún día explicaría el por qué de mi interés póstumo hacia el artista. Pues bien, creo que voy a hacerlo ahora. Para qué esperar más?...

"Corría el 88 y MJ llegó a Barcelona para celebrar su BAD TOUR.
Por aquellas fechas yo salía con un chico que curiosamente se llamaba Miguel y era un fan incondicional de Jackson. A mi me gustaba el cantante pero no tanto como para ir a verlo a ningún concierto. Las entradas eran caras y no me gustaban las masas de gente ni el estrepitoso ruido ni tampoco los insoportables focos. Pero mi chico, sin preguntar, sacó dos entradas para el concierto, en primera fila, justo debajo de los pies del artista. Quería verlo bien... Tocarlo a poder ser y pedirle un autógrafo. El cantante acostumbraba a dejar subir al escenario a alguna que otra fan para que le abrazase. Parecían espontaneas pero, casi nunca lo fueron porque Jackson tenía pánico a las masas. Ya se había visto arrastrado de pequeño por las fans de sus hermanos y en consecuencia, su cordón de seguridad era insalvable, a menos que él diera la autorización de paso. Miguel creyó que estando en primera fila, uno de los dos, él o yo, lo conseguiríamos pero, pese a su ilusión, mi negativa fue rotunda. No hará falta explicar que nunca más tuve oportunidad de ver a Michael Jackson en persona y por cierto... Finalmente, me arrepentí de no haber aceptado la invitación.


Con los años, al igual que el artista, yo también me vi violentada y sometida a cuestiones con ciertos y desgraciados paralelismos que consiguieron dar al traste con mi felicidad, mis ilusiones y mi paz. Y como él, yo también me encerré en mi misma y agrié mi caracter. La chica inocente, sensible y tímida, cariñosa y vivaz, servil y optimista, se convirtió en una mujer traicionada, desconfiada y dolida. Encerronada y desengañada de la vida, agonizaba en una inacabable depresión a la cual, solo le veía salida con la llegada de mi muerte. Hacía tiempo que no me preocupaba lo qué era del cantante, sumido en su interminable silencio aunque, sí me alegró el anuncio de su concierto y lamenté que mi economía no me permitiera viajar a Londres para verlo en vivo. This is it...
La mañana del 25 de Junio del 2009, ignoro por qué lo hice pues no tengo el hábito de hacerlo, nada más abrir los ojos, noqueada aún por los somníferos que había tomado por la noche para dormir, le di al mando de la TV.

Eran las 9.00 de la mañana y el informativo anunciaba el fallecimiento del artista durante la madrugada. Sin ningún tipo de lógica aparente, me quedé en estado de shock y comencé a llorar por él. Solo conseguí parar, tres días después. Ni trabajar ni dormir ni comer ni, nada. La pena y el dolor que me invadió fue tan enorme... Tan angustiante... Un dolor de verdad que llegó a ser hasta físico y que se me incrustó en el pecho como si viviera en un perpétuo infarto. Opresión... Parecía que en vez de "un cantante más de tantos"... Un desconocido, se hubiese muerto mi novio o mi marido. Pero que absurdo!... Qué sensación tan extraña por un desconocido!... Deduje que mi estado anímico estaba tan debilitado que todo me afectaba en demasía pero...
La tercera noche, desencajada y abatida aunque algo más conformada, me senté en la cama rodeada de pastillas, decidida a hacer una barbaridad. Y allí, haciéndo balance de mi vida mientras mantenía la caja de píldoras en mi mano y la mirada fija en la nada, me quede en un estado de semi-inconsciencia que no sabría definir. Se que no fue un trance porque no tuve sensación alguna de iniciarlo y si me quedé dormida, desde luego, no me enteré. Para mi fue algo... Muy raro a lo que no tengo explicación.
De pronto ya no me encontré en mi cama, sola y amargada si no, estirada en un impoluto sofá blanco, feliz y satisfecha. Mi cabeza tampoco reposaba en el cabezal si no, sobre las piernas de alguien a quien sabía que conocía de siempre pero al que de momento, no le vi la cara. Era una tarde fabulosa de verano y yo estaba en compañía de mi pareja, una pareja inexistente en mi vida real pero que ahí, era de verdad. Relajados... Despreocupados de todo y disfrutando tranquilos de nuestra compañía mientras nos hacíamos caricias en un apartamento de verano, desconocido para mi, que permanecía con los ventanales de la terraza abiertos de par en par. Tuve la sensación de ser un bebé mimado y protegido por ese "alguien" que disfrutaba acariciándome la cara. Y mientras me recreaba en esa estupenda felicidad, observé las blancas y transparentes cortinas que llevadas por la cálida brisa, se alargaban y balanceaban juguetonas hasta el sofa, como si quisieran también acariciarme. No hacía ni frio ni calor. La temperatura era perfecta y yo llevaba unos pantalones cortos, también blancos, mientras miraba mis pies jugueteando descalzos entre los cojines del mullido sofá. Ni una palabra, ni un murmullo... Calma... Solo mis suspiros de paz que de vez en cuando se me escapan de entre los labios o las pequeñas carcajadas de alegría que mi compañero daba tras hacerme alguna caricia o cosquilla, interrumpían el agradable silencio. Era todo perfecto... La luz del sol entraba iluminando el comedor de una forma indescriptible. Todo blanco... Todo luminoso y cálido... Todo paz, alegría y amor. Todo lo contrario de lo que en mi vida y desde hacía muchos años, estaba teniendo.
Recuerdo que tan pronto me sentía integrada en la escena como, de repente, la presenciaba desde el exterior de mi cuerpo observándo la situación como si fuera una mera espectadora que se sentía feliz con el argumento de la obra.
Mientras seguí estirada, alargué mi brazo hacia atrás, por encima de mi cabeza, para acariciarlo a él y entonces toqué una pierna delgada y huesuda vestida con pantalones holgados de fina tela. Suavemente le froté la rodilla y... Casi en el mismo instante, también miré hacia arriba buscando su mirada mientras en mi cara se dibujaba una sonrisa de oreja a oreja. Esa expresión hacía tanto tiempo que no la veía en el espejo...


Mis ojos vieron a Michael que a la vez, me observaba atento, con gesto benevolente. Sonriente, me acarició la frente apartándome el cabello. Cuanta ternura había en él!... Cuanta!... Cuanta necesidad y ganas de dar amor... Y cuanto miedo a la soledad. Feliz y pleno porque ya no era "uno" sino que éramos "dos".
Le pedí salir a dar un paseo y él, simplemente, asintió con la cabeza, con su hermosa sonrisa y su sincera mirada que no apartó de mi. Entonces salimos de aquel placentero apartamento vacacional, uno junto al otro, y alargando su mano intentó encontrar la mia pero yo, despistada con el tráfico, no llegué a cogérsela porque cuando me di cuenta de que caminaba con su mano abierta y extendida, ya me había rebasado cruzando la calle. Sus pasos eran largos y decididos, y tenía prisa por llegar al bar para parapetarse del intenso sol.
Las sillas y la mesa eran de lona blanca y madera, y sobre nuestras cabezas había un enorme parasol blanco que aún reflejaba más la intensa luz. Una pequeña verja de madera nos separaba de la también blanca arena de la playa y al fondo se veía un mar azul celeste, brillante e intenso, que se fundía con un cielo del mismo color. Ni ruidos de gentes, ni gritos de niños, ni motores de coches... Solo se escuchaba el sonido de las olas acompañándonos de fondo. Dios!... Qué paz tan grata!...
Respiré la brisa marina complacida por el momento que estaba viviendo y entonces noté su olor...
Olor a chicle y caramelos...
A golosinas de esas que nos gustan tanto cuando somos niños...
Michael se había vestido para nuestra salida y había escogido una ropa extraña. Un traje blanco como de cuero ceñía su delgada figura y unas correas doradas cerraban las largas mangas de la cazadora. Su corto, liso y negro cabello caía sobre su frente en dos ondas de total simetría que había peinado con una perfecta raya central. Una imagen suya que para mi, sin ser seguidora del artista, me era totalmente desconocida.

Después de sentarse apresurado, me miró con ternura y entonces, escuché su voz. (Algunas personas se han reido de mi vivencia y me han preguntado como pude entenderlo si yo no sé ingles y él no hablaba castellano pero, solo puedo decir que no le vi abrir la boca ni pronunciar palabra pese a que su voz, la escuché muy clara.)

- Estás bien? (me perguntó)
- Ahora si pero... Son tantos mis problemas que, ya no puedo más. (le respondí angustiándome)

Cuando quise seguir explicando, con mi cabeza agachada, a punto de llorar, Michael reaccionó de inmediato y acercándose a la mesa, se encogió hasta mi altura, clavó el borde del sobre en su pecho y buscando mi mirada, hizo el gesto de silencio. Luego estiró su cuerpo recuperando su posición normal en la silla, apoyó sus brazos extendidos, dobló el izquierdo sobre su codo derecho y alargó su mano derecha hacia mi. Una mano grande y firme con dedos gráciles y largos. Después, con paciencia a que me recompusiera de mi angustia, terminó mostrando su blanca palma que sostuvo con firmeza en el aire durante unos minutos mientras siguió observándome en silencio hasta que cambió su sonrisa por preocupación. Se quedó pensando.


Cuando volvió a sonreir, me dijo poniendo entusiasmo a su suave y dulce voz:

- Ven!... Ven conmigo!. Yo estoy bien!. Se me han terminado los problemas. No lo ves? Mira que tranquilo que estoy ahora! No sufras por mi... No sufras más! Aquí, estarás bien. Conmigo!

Recuerdo que sus palabras me hicieron pensar:

- Contigo?... Pero si estás muerto cariño!...

Y sin embargo, aceptando su invitación, alargué mi mamo para coger la suya sin dudar ni un segundo.

Notaba ya el roce de sus dedos en la yema de los mios cuando, de pronto...
Súbitamente me incorporé en la cama faltándome la respiración. Tenía palpitaciones y el corazón parecía salirse por la boca. Curiosamente, a pesar de quererme morir, me asusté frente a la seria posibilidad de una muerte por infarto. No quedaba ni rastro de Michael, de la hermosa playa ni del olor a chicle y caramelos. Nuevamente estaba sola con mi cruda realidad y la caja de pastillas en mi mano."

Ignoro que fue lo que me pasó. Quizás si hubiese estado en una Clínica de control del Sueño, me habrían dado un diagnóstico pero, no fue así. Aún hoy me pergunto si sufrí una amnea o algo similar aunque estoy convencida de que no me quedé dormida sentada en mi cama o, al menos, no del todo. Pero sin duda, la razón, terminó llevándome a creer que no debió ser así. Finalmente, la conclusión a la que he llegado es, que dormida o despierta, debí estar pasando la barrera entre la vida y la muerte porque sé que mi excitación y mi taquicardia al incorporarme, correspieron al miedo de traspasar "la linea". Para mi fue evidente que mientras mi subconsciente estaba dispuesto, no fue así en mi consciente por mucho que la caja de pastillas siguiera en mi mano.
Dicen que cuando sueñas con un difunto y lo besas o abrazas, abrazas poco menos que a la Muerte. Tocar a un muerto en sueños, parece ser que es admitir internamente, nuestra inmediata defunción. No es así cuando nos tocan o abrazan ellos.
Cuando conseguí reaccionar, busque como una loca toda la información que pude recopilar sobre el artista. Fotos, videos, textos... Y de pronto, volví a sobresaltarme. Nunca había visto a Jackson con el pelo corto y liso. Creí que yo me lo habría imaginado a mi gusto pero resultó que efectivamente, había llevado el cabello así durante una época de su vida. Tampoco le había conocido ninguna indumentaria similar. Blanco y dorado!... Pero si siempre iba de negro o como mucho con camisas y camisetas blancas!... Y sin embargo, las fotos con un atuendo muy parecido, también existen.

A lo largo del primer año de su defunción, vovlí a "verle" en tres ocasiones más y en una de ellas, doy fe de que, si estaba totalmente despierta. Sin posible duda.

Esa noche apareció mientras yo estaba viendo la TV.
La habitación estaba a oscuras y solo los chispazos de la película reflejaban algo de luz en el moviliario cuando, de pronto, algo atrajo mi atención. Un humo blanco se estaba formando a los pies de mi cama y pude ver como, poco a poco, fue disipándose mostrando la imagen del fallecido con sus mechones rizados y los brazos cruzados a la altura de su pecho. Volvía a estar ahí y... Me estaba mirando!...
Ignoro si sus pies estaban o no en el suelo porque la altura de la cama impedía ver sus piernas al completo. No es de extrañar que, como en otras apariciones que ya había presenciado, pudíera estar incluso flotando.


No era el mismo de la vez anterior. Aquella alegría ya no estaba. Por contra, su mirada retadora y desafiante, pese a su leve sonrisa y la cabeza ladeada, me dieron las pistas de lo que con el gesto preguntaba irónicamente:

- Que?... Cómo estás?... Asustada?... O ya tienes las cosas claras?

Solo le faltó mover la punta del zapato compulsivamente, picando en el suelo, para que su actitud fuera la clásica regañina que nos dan cuando somos niños pero, también tuve la intensa sensación de que él tenía la duda de haber perdido el tiempo conmigo. Yo, confusa y vacilante, no tengo idea de lo que pensé o, si pensaba o no pensaba. Solo busqué sensaciones como un radar abierto a las señales y me lancé a sentir...
Su cambio de actitud pese a entenderlo, me dolió... Me dolió porque sabía que era "ahora o nunca" y que si optaba por el "nunca", jamás volvería a vivir un momento tan bonito como el vivido con él meses antes. Pero pese a la melancolía de aquella "fantasía" no sentí que fuera mi momento. Ya no. Por eso seguí sentada en la cama, estufecta y espectante a su imagen o sus señales sin moverme para nada. El, algo tenso pero ya intentando aguantar la risa, se mantuvo durante unos largos instantes inmóvil, mirándome fijamente, como escudriñando en mi interior o quizás esperando mi exclamación de ayuda, de pánico o desesperación. Pero nuestro encuentro inicial me había dado toda una lección y no creo que mi interior albergase ya dudas de querer seguir en este mundo. Por supuesto, de mi boca, tampoco salió palabra más allá de un sorprendido y suave... "Michael"!... que se me escapó entre susurros cuando me di cuenta de que entre aquel humo blanco que se iba formando, estaba él. Tampoco me atreví ni a pestañear por miedo a perder su imagen pues sabía que si parpadeaba, facilmente podría dejar de verle y me complacía que estuviese ahí. Esa noche vestía sus clásicos pantalones de lino negro y su camisa blanca de anchas mangas.
De pronto, supongo que por mi pasividad y constatando que se marcharía tan solo como había llegado, entre resignado y feliz, levantó los brazos y la cabeza hacia el cielo pidiéndo fuerza y luz para mi. Lo dio todo... Esmerado y entregado totalmente a la causa. A mi causa. Como un Chamán... Como un Protector que antes de su partida deja a quienes guía en el "buen camino" y con la protección que necesitan. Y tras permanecer así unos minutos, bajó los brazos, abrió los ojos y al mirarme me sonrió generosamente. Entonces sentí otra vez su reconfortante paz. Ya estaba tranquilo y sereno, y mostrandome su maravillosa sonrisa, demostró su orgullo por mi. Ya no me veía como a una niña a la que había que regañar o poner contra las cuerdas para que decidiera. Su tiempo era tan valiso o más que el mio y en ese momento me estaba viendo como a una mujer a la que había conseguido ayudar a decidir. El, también había conseguido su meta o su deber pero, sentí que le costaba marcharse. Quizás su unión con la materia estaba todavía demasiado fresca o puede que entre nostros existiera eso que llamamos "deuda kármica" y que en vida nunca fue saldada.
No me dio ningún abrazo pero sentí como si me traspasara con su fuerza y su luz. Luego, serenidad y confianza... Sensación de que las cosas, definitivamente, iban a cambiar.
Supongo que tras su última mirada, dedujo que la lección estaba aprendida porque en definitiva, ni era mi momento ni me iría con él a ninguna parte y simplemente, agachó la cabeza como con tristeza, cerró los ojos y se desvaneció. Sentí que no quería dejarme o dejar el plano en el me encontraba yo, La materia, y por instante la imagen de sus hijos me vino a la mente.


Cuando me encontré sola en la habitación, me di cuenta de que los oidos me zumbaban y de que las lagrimas caían de mis ojos en silencio y no era por sequedad a falta de papadeo sino, de puro y duro dolor frente a una despedida del que pareció ser mi pareja de "toda la vida". Tres meses después de su última aparición en mis sueños o realidades, el 25 de Mayo del 2010, una buena e inesperada noticia llamó a mi puerta y esta pareció ser el preludio al final de una época muy negra que años antes, se había iniciado con el accidentado Vuelo de la Lechuza estampada en mi coche.
Poco a poco mi ánimo fue remontándose y mi fuerza creciendo, y entonces terminé de comprender la prueba a la que Michael me había sometido para que entendiese mi propia realidad. Pero aún hoy me pregunto porqué me escogió a mí entre tantas personas que le siguieron en vida y lo quisieron. Quizás solo lo "entienda" o confirme, el día que traspase esa línea. A lo mejor entonces, tenga opción a que "alguien" me lo explique o puede que no haya nada que explicar y que simplemente, cumpliera con un encuentro que debió haberse celebrado muchos años antes, de una forma feliz y diferente, disfrutando de una materia y juventud que para él, era ya inexistente. Después de todo esto, tengo que añadir que muchas han sido las veces que he intentado contactar con él voluntaria y conscientemente pero sin embargo, el día que se fue de mi vida, pareció marcharse eternamente. Nunca más lo he vuelto a ver.
No es esto esotérico?...

Sé que para muchas personas, Michael Jackson ha sido un Angel y yo, ahora, no me atrevo a ponerlo en duda porque desde luego, aunque en imagen "virtual", a mi, me salvó la vida pero también pienso que no debí ser la única a la que "ayudó" tras su muerte.
Amigos, acabais de confirmar que yo también he pasado, como muchos de vosotros, trances duros que con trabajo he superado. Puede que alguien me haya entendido o puede que a partir de ahora, me considereis más loca que cuerda. Aunque eso os lo dejo a vuestra elección, sin preocuparme demasiado. A fin de cuentas, no dejó de ser un "sueño" que me hizo reaccionar. Y los sueños dicen que... Sueños son.


Sabemos que Michael Jackson no tuvo una vida fácil pese al dinero que llegó a ganar y sin embargo, hasta casi su "adios" definitivo, siempre envió mensajes en contra de la degradación humana, regaló sonrisas, agradecimientos y paz. Vitalista y pasional hasta su último aliento, en sus peores momentos, siguió aferrandose a su canción favorita y al recuerdo de uno de los artistas más admirados para él.




Sonrie!
Todo pasa y la vida, a pesar de todo, merece la pena.
Entiendes ahora mi agradecimiento y admiración hacia el artista?