RESURGIR.... NO SE QUE DECIR.

Queridos Amigos:

De todo hay en esta vida y muy por encima de lo que creamos o,
queramos ser o estar
en cuanto a nuestros Destinos,
 en ocasiones,
 este humilde Ser Humano,
al  igual que vosotros,
también precisa de descanso (y no precísamente vacacional) si no  porque,
simplemente,
ya no puede más.

Hoy, después de tres meses sin conectarme a las redes...
Hoy, decía....
No se qué decir.
Se me  encoje el corazón...
Se me encoge el alma....
Mis ojos se iluminan y se alegra mi interior,
 porque ahora siento otra vez el fluir de mi energía triplicada y en forma de rotunda, contundente, brillante y expansiva esfera de roja, viva y cálida luz, dentro de la que vuestra fuerza,  apoyo, seguimiento y cariño está muy presente sumando gran parte de su forma.

Cálida y embriagadora energía que vuelvo a compartir, día a día, con cada una de "esas" Almas, vivos o muertos, que me seducen, apoyan, iluminan,  guían o protegen y que a su vez, envían sabios mensajes que comparto con vosotros y que en la mayoría de los casos,
me llegan de ese entrañable "Más Allá" .

Hoy vuelvo
decía,
a renacer con fuerza y vuestra ayuda,
tras un letargo emocional de caos y oscuridad en el que las emociones de los vivos
 me ahogaron, estremecieron y hundiéron en un denso y frio Equinocio fuera de tiempo que NO correspondió,
 Hoy....
gracias a vuestra fuerza, cariño y seguimiento,
vuelvo a renacer iluminada por ese Sol del Solticio Estival que calienta, embraiga y crece conforme los brillantes días del nuevo verano toman fuerza alimentados por la unión de ese
 TODO Universal.

Amigos....
Os he sentido en el Universo de Luz y Amor mientras flotaba en mi letargo ...

Os he amado y agradecido en mi transitoria y necesaria pausa de Oscuridad y Descarga...
  Necesaria digo....
Imprescindible y agradecida
que ha cerrado mi nuevo ciclo de vida y abre el siguiente episodio calentando motores, cargando pilas y en definitiva, poniendo a disposición de quién lo precise, mi renovada y vital energía de la que soy un mero y humilde Canal, espiritual y mundano (porque vivo en este mundo) y  que ahora, como cada Verano y como buena Cancer, cumpliendo su cincuentena,
se siente feliz.

Amigos....

Hoy vuelvo a daros las gracias tras mi nuevo Renacer, especialmente importante para mi en este año, no solo por permitirme formar parte de vuestro Gran Universo de Amor y Generosidad si no porque en este 2012 cumplo mi Medio Siglo de vida intensa, emotiva, transcendente y única en mi ser y mi consciente.
Gracias por compartirlo.
Formar parte de vuestro Todo ha sido algo muy importante para mi en estos momentos tan especiales e irrepetibles.

Hoy,
desde mi blog "Artemisa",
me abro a vosortros y vuelvo a daros las gracias, esta vez de una forma simpática, desinivida y relajada que hasta ahora,
fuera de los platós televisivos, estudios radiofónicos o consulta personal
no habíais conocido de mi.

 Sin análisis ni dramas y de todo corazón, agradezco profundamente vuestras demostraciones de cariño, apoyo y preocupación con vuestras llamadas, correos y entrañables frases que siempre alientan con ese inolvidable...
"Artemisa vuelve. No nos dejes por favor. Te necesitamos.".
Sentimientos importantes que alimentan mi ser y mi luz.

Muchas veces he dicho que sin vosotros yo, ARTEMISA, no exisitiría, y hoy volviendo a renacer,
vuelvo a reafirmarlo.

Os dedico con todo mi cariño esta pieza de PINK FLOID que espero disfruteis en el silencio de vuestro "YO Interno" como también lo hago yo.

Toda mi fuerza y cariño sigue con vosotros.
Sois mi motor.

PD:
Pequeño esfuerzo para conseguir un poquito de felicidad.

En la vida existen Claros y Oscuros que debemos aprender a sortear y manejar con gracia.
Deseo que nadie os hunda porque ese "alguien", sin duda, no merecerá vuestra oscuridad o pena.
El ser humano es brillo por naturaleza....
Vibra!....
Vibra y Brilla con tu energía y tu fuerza.

No permitas que nadie ni nada te apague.
Piensa que "polillas" hay muchas pero Luz, solo hay una....
La tuya.
Si bajas voluntariamente tu intensidad de brillo, justo en el momento en que lo sientas y escuches tu Voz Interna, podrás tomar después el aliento necesario y dejar que la oscuridad despida a esas "polillas" que se enganchan para que vuelen en otra dirección.
Y una vez la paz de la noche vuelva a  relajarte,
deberás subir con fueza e intensidad  esa luz que apagaste en su día para blindarte
 sin miedo de "esas" u "otras" polillas para que así, no vuelvan a cobijarse en ti.
Espero que con este simple consejo,
sencillamente,
puedas aprender a manejar a voluntad tu fuerza y tu luz.

Recuerda:

Una vez hayas aprendido a manejar "ese" interruptor de tu luz,
Pasen los años que pasen....
Suceda lo que suceda....
Las "polillas" siempre serán seres o circunstanias efímeras que estarán de paso en tu camino aún cuando olvides como puedes auyentarlas.
En ese caso,
solo tendrás que esperar a que el tiempo borre lo indeseable y,
TU....
tendrás el poder de brillar con máyor o menor fuerza,
 incluso sin memoria
y
a conveniencia.

                                                                                                                                       Artemisa.

El Vuelo de la Lechuza.

Recuerdos Acásicos?...

Para el ser humano y desde lo más profundo de nuestros recuerdos acásicos, el encuentro con una lechuza, no parece ser positivo y lejos del valor ornitológico que, como hermosa ave noctura de rapiña le podamos dar, se dice, se comenta que ver, cruzarte o soñar con una lechuza blanca es símbolo de desgracias y muy mal presagio.

Pero... De donde surge esta idea, esta superstición o recuerdo encerrado en la profundidad de nuestra mente?...
Después de muchos años de letargo, el ser humano parece estar despertando a la consciencia y desde años, investagadores y antropólogos, siguen las pistas de la Civilización Sumeria mucho más allá de lo que algunos podamos imaginar. Quienes fueron los Sumerios?... El profesor Sitchin explica su teoría sobre el mito de esta civilización desaparecida.

 

Y ahora sigamos con otro video, el número 5, de esta interesante serie que en Youtube podemos encontrar sobre Niburu, los Anunakis y Sumerios.

 

Si quizás raras veces has oido hablar de todo esto, ahora te propongo que observes esta imagen:

Te parecen lechuzas?... Pues es la expresión de algún artista de la época frente a lo que veía. La imagen física de sus reyes, talladas en piedra. Evidentemente, quizás tu te digas... "no sabía esculpir" pero ahora, observa esta otra fotografía:

No te llaman la atención esos grandes y profundos ojos que te miran fijamente?... No te recuerdan a alguien?...
Con la película, La Cuarta Fase (The Fourth Kind), supuestamente basada en un hecho real, podemos comenzar a entender de dónde nos llega ese pánico o incomodidad que sigue normalmente al encuentro con una lechuza, ya sea durmiendo o en la realidad, y a la vez, quizás deducir, de dónde nos viene ese recuerdo acásico del que hablaba al pricipio de este post.
No hará falta decir que para los amantes de la ufología, tanto Sumerios como extraterrestres y sus tan temidas abducciones, de las que por cierto, existen aparentes pruebas en casi todo el mundo, son más que reales. Sin embargo, a los que les cueste creer que los visitantes de otros mundos, en este caso Niburu, fueron quienes generaron la vida en la Tierra y los que de vez en cuando aún se presentan para investigar con sus "conejillos de indias", es decir, nosotros, creo que cuanto menos, debieran dejar una duda abierta sobre la mesa porque no se puede negar que las estatuillas tienen una buena semejanza a las lechuzas o como poco, una mirada inquietante y enigmática.

En mi caso solo he tenido tres encuentros con lechuzas a lo largo de mi vida, y lo que en los tres casos sucedió fueron, ciertamente, desgracias.
La primera vez, la lechuza, se empotró físicamente en el cristal de mi vehículo.

La vi venir volando hacia mi mientras rodaba por la autopista de noche. Blanca... Impoluta... Grande y magestuosa pero, ignoro si deslumbrada por la luz de los faros o porque el destino quiso ponerme a prueba, la lechuza comenzó a bajar y terminó colisionando conmigo. Afortuadamente, tras el tremendo impacto y con su cabeza ensangrentada en el interior del coche mientras las plumas de su cuerpo se movían por la velocidad que intentaba aminorar para estacionarlo en la cuneta, pude ver como aquel desgraciado animal, tan hermoso en vida y magestuoso en vuelo, me miraba moribundo con sus grandes ojos negros clavados en mi. Parecía pedir clemencia. Lamentablemente, no pude salvarla pero sí me tomé ese accidente como un aviso de "algo". Semanas más tarde, por tres veces en tres meses, escuché a una lechuza llamarme. Su opaca voz provenía del campanario y rompía el silencio de la noche resonando entre los muros de la plaza con un incómodo eco.

Era otoño a la hora en la que paseaba a mi perro, rayando la madrugada. Yo sabía que estaba allí... Estática, con su mirada clavada en mi y aunque no la viera, me sentía inquieta e intranquila, con una sensación extraña, observada por aquellos grandes ojos negros con los que su compañera moribunda me hubo mirado. Solo fueron tres semanas y tres llamadas, después, por mucho que volví a salir a la misma hora y en el mismo lugar, no volví a escucharla. Un mes después comencé mi convivencia en pareja y cuatro años más tarde, cuando el amor se tornó agrio y violento, volví a ver otra lechuza pero esta vez fue, en mis sueños.

Salió de mi casa y de mi vida por la ventana, arrancando con trabajo un largo vuelo hacia el negro cielo en el que se perdió sin remedio. Pero antes de partir, la lechuza, de espaldas a mi, giró 180 grados su cabeza, volvió a mirarme como despidiéndose y yo entendí, sin saber porqué, que debía protegerme. Poco después de este sueño, el que era ya mi expareja, enloquecido por una ruptura que de ninguna forma estaba dispuesto a aceptar, intentó robarme la vida.
Después de lo sucedido, para mi, aquella lechuza de mi sueño que pesadamente levantó el vuelo mientras su blanca silueta se perdía en el negro cielo fue el anuncio de mi más que posible muerte de la que milagrosamente, aún no sé ni como, me salvé.

Volando accidentada llegó a mi y se marchó dejándome sentenciada. Menos mal que algún Angel debió protegerme.