La señora Miriam Belín, realizadora y presentadora del programa, presidía la mesa del estudio radiofónico mientras a su alrededor nos situábamos los colaboradores que fuimos aportando nuestro "granito de arena", peticiones e ideas a los radioyentes, para que los rituales de Fin de Año del 2011, obtuvieran los mejores resultados.
Uno a uno fuimos pasando por el micrófono dando consejos e ideas hasta que llegó el turno de nuestro querido y respetado Julio Urbano. El, lejos de quedarse en "un consejo", prefirió invocar al Angel de la Alegría avisando de que tras su invocación, todos recuperaríamos las ganas de juegos y travesuras que en la infancia nos acompañan. En definitva, olvidar las preocupaciones aunque solo fuera por unas horas.
En cuanto el Maestro Angélico comenzó su oración, todos los presentes comenzamos a sentir un calor sofocante en el estudio y mientras él no terminó su rezo, seguimos y participamos atentos aunque, algo sofocados, de la invocación del sereno Julio. Nadie se atrevió a faltar al respeto interrumpiendo pese a que nos íbamos arremangando las mangas de nuestros vestidos y aventando nuestras ropas con discrección.
Cuando Julio Urbano terminó su invocación, las gotas de sudor se deslizaban por su cara y el resto del grupo necesitamos poner el aire acondicionado. Era el 30 de Diciembre y durante esa semana no hizo especial calor.
Ignoro como se sintieron el resto de participantes a la reunión o cómo lo vivieron desde sus casas quienes nos escuchaban pero, personalmente puedo decir que tras la invocación al Angel de la Alegría me sentí, a demás de acalorada, lijera, especialmente satisfecha y contenta, y extrañamente "llena".
Nuestra apreciada Miriam no tardó en recuperar el ritmo del programa dando paso a otro nuevo participante que sumó sus ideas para la Noche de San Silvestre hablando por el micrófono pero, mientras el compañero explicaba, el resto del grupo comenzamos a tener problemas en aguantarnos la risa a la vez que extrañados de nuestras propias reacciones, nos mirábamos las caras sin terminar de entender a qué correspondía nuestra reacción. Y poco a poco, todos fuimos relajándonos y sintiendo unas ganas atroces de "celebrar" y reir, olvidándo nuestros propios problemas o la tensión que se genera frente a una cámara o un micrófono.
Al terminar el programa, Miriam quiso hacer unas fotografía del grupo al completo pero entre risa y carcajadas, trabajo le costó poner orden y conseguir que nos colocaramos en posición fotográfica. Todos estábamos tan distendidos, distraídos y revolucionados que parecíamos "niños chicos".
Curiosamente, en dichas fotos se aprecian unos orbes y velos, especialmente estos últimos, sobre la cabeza del entrañable Julio, que nos llamaron mucho la atención.
A la vista de dichas fotografías (en todas ellas menos en la primera, al inicio del programa y antes de la invocación del Maestro Julio Urbano, se aprecian los orbes que nos acompañan) ha quedado claro que nuestra reacción posterior a la invocación, comportándonos como "Danieles Traviesos", junto al gran y súbito aumento de calor en el estudio, no fueron gratuitos ni correspondieron a ningún tipo de sugestión de grupo si no que, realmente, el cúmulo de energía por la "visita" de "alguien", ateniéndo a la llamada de la invocación del Maestro Angélico, existió. Sin duda fue la respuesta a sus rezos y sabiduría en el manejo de las energías angélicas.
Invitalo para que siempre este contigo.
Uno a uno fuimos pasando por el micrófono dando consejos e ideas hasta que llegó el turno de nuestro querido y respetado Julio Urbano. El, lejos de quedarse en "un consejo", prefirió invocar al Angel de la Alegría avisando de que tras su invocación, todos recuperaríamos las ganas de juegos y travesuras que en la infancia nos acompañan. En definitva, olvidar las preocupaciones aunque solo fuera por unas horas.
Cuando Julio Urbano terminó su invocación, las gotas de sudor se deslizaban por su cara y el resto del grupo necesitamos poner el aire acondicionado. Era el 30 de Diciembre y durante esa semana no hizo especial calor.
Al terminar el programa, Miriam quiso hacer unas fotografía del grupo al completo pero entre risa y carcajadas, trabajo le costó poner orden y conseguir que nos colocaramos en posición fotográfica. Todos estábamos tan distendidos, distraídos y revolucionados que parecíamos "niños chicos".
Curiosamente, en dichas fotos se aprecian unos orbes y velos, especialmente estos últimos, sobre la cabeza del entrañable Julio, que nos llamaron mucho la atención.
A la vista de dichas fotografías (en todas ellas menos en la primera, al inicio del programa y antes de la invocación del Maestro Julio Urbano, se aprecian los orbes que nos acompañan) ha quedado claro que nuestra reacción posterior a la invocación, comportándonos como "Danieles Traviesos", junto al gran y súbito aumento de calor en el estudio, no fueron gratuitos ni correspondieron a ningún tipo de sugestión de grupo si no que, realmente, el cúmulo de energía por la "visita" de "alguien", ateniéndo a la llamada de la invocación del Maestro Angélico, existió. Sin duda fue la respuesta a sus rezos y sabiduría en el manejo de las energías angélicas.
Aquí te dejo una oración al Angel de la Alegría.
Deja las amarguras,
las tristezas y las angustias
Todas las penas y todos los
sinsabores, mételos en un
recipiente y entrégaselos
Al Angel de la Alegria
La vida es bella y debes saber ver
la belleza
Recibe la alegria que transmite
este Angel
Rie con el, que hay muchos
motivos para reir
La nubes oscuras son evaporadas
por el sol
Después de la tormenta viene la calma
Riete siempre
"estoy contento"
y dibuja una sonrisa en tus labios
aún en los peores momentos
Verás como sin darte cuenta
te sentiras contento
porque te ha ayudado
el Angel de la Alegria.
las tristezas y las angustias
Todas las penas y todos los
sinsabores, mételos en un
recipiente y entrégaselos
Al Angel de la Alegria
La vida es bella y debes saber ver
la belleza
Recibe la alegria que transmite
este Angel
Rie con el, que hay muchos
motivos para reir
La nubes oscuras son evaporadas
por el sol
Después de la tormenta viene la calma
Riete siempre
"estoy contento"
y dibuja una sonrisa en tus labios
aún en los peores momentos
Verás como sin darte cuenta
te sentiras contento
porque te ha ayudado
el Angel de la Alegria.
Invitalo para que siempre este contigo.
Gracias Miriam por realizar un programa tan grato y energético.
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