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Si me has seguido a lo largo de estos años verás, que este es un anexo más de Artemisaforo-Artemisatarot que te ofrezco para facilitar que me puedas contactar, además de Facebook y la Web de Artemisa (sitio Oficial) http://www.artemisaforo.com/, que muchos de los visitantes de este blog conocerán. Recuerda... Primero fue la Librería Esotérica Artemisa fundada en el año 1997. Luego, junto al registro de marca, ArtemisaForo en el que tan buenos ratos hemos pasado. Y tras Artemisa-Tarot o Tarot Artemisa (Pag. de Consultas), ahora he decidido comenzar este Blog que a la vez de facilitarte mayor información y ayudar a que me conozcas mejor, también pretende ser un pequeño archivo de anecdótas y curiosidades, de esas que se pueden ajustar al aún amplio Mundo del Esoterismo. Espero que mi blog lo encuentres interesante.

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Artemisa.

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sábado, 8 de enero de 2011

El Vuelo de la Lechuza.


Recuerdos Acásicos?...
Para el ser humano y desde lo más profundo de nuestros recuerdos acásicos, el encuentro con una lechuza, no parece ser positivo y lejos del valor ornitológico que, como hermosa ave noctura de rapiña le podamos dar, se dice, se comenta que ver, cruzarte o soñar con una lechuza blanca es símbolo de desgracias y muy mal presagio.

Pero... De donde surge esta idea, esta superstición o recuerdo encerrado en la profundidad de nuestra mente?...
Después de muchos años de letargo, el ser humano parece estar despertando a la consciencia y desde años, investagadores y antropólogos, siguen las pistas de la Civilización Sumeria mucho más allá de lo que algunos podamos imaginar. Quienes fueron los Sumerios?... El profesor Sitchin explica su teoría sobre el mito de esta civilización desaparecida.

 
Y ahora sigamos con otro video, el número 5, de esta interesante serie que en Youtube podemos encontrar sobre Niburu, los Anunakis y Sumerios.

 

Si quizás raras veces has oido hablar de todo esto, ahora te propongo que observes esta imagen:


Te parecen lechuzas?... Pues es la expresión de algún artista de la época frente a lo que veía. La imagen física de sus reyes, talladas en piedra. Evidentemente, quizás tu te digas... "no sabía esculpir" pero ahora, observa esta otra fotografía:


No te llaman la atención esos grandes y profundos ojos que te miran fijamente?... No te recuerdan a alguien?...
Con la película, La Cuarta Fase (The Fourth Kind), supuestamente basada en un hecho real, podemos comenzar a entender de dónde nos llega ese pánico o incomodidad que sigue normalmente al encuentro con una lechuza, ya sea durmiendo o en la realidad, y a la vez, quizás deducir, de dónde nos viene ese recuerdo acásico del que hablaba al pricipio de este post.
No hará falta decir que para los amantes de la ufología, tanto Sumerios como extraterrestres y sus tan temidas abducciones, de las que por cierto, existen aparentes pruebas en casi todo el mundo, son más que reales. Sin embargo, a los que les cueste creer que los visitantes de otros mundos, en este caso Niburu, fueron quienes generaron la vida en la Tierra y los que de vez en cuando aún se presentan para investigar con sus "conejillos de indias", es decir, nosotros, creo que cuanto menos, debieran dejar una duda abierta sobre la mesa porque no se puede negar que las estatuillas tienen una buena semejanza a las lechuzas o como poco, una mirada inquietante y enigmática.

En mi caso solo he tenido tres encuentros con lechuzas a lo largo de mi vida, y lo que en los tres casos sucedió fueron, ciertamente, desgracias.
La primera vez, la lechuza, se empotró físicamente en el cristal de mi vehículo.
La vi venir volando hacia mi mientras rodaba por la autopista de noche. Blanca... Impoluta... Grande y magestuosa pero, ignoro si deslumbrada por la luz de los faros o porque el destino quiso ponerme a prueba, la lechuza comenzó a bajar y terminó colisionando conmigo. Afortuadamente, tras el tremendo impacto y con su cabeza ensangrentada en el interior del coche mientras las plumas de su cuerpo se movían por la velocidad que intentaba aminorar para estacionarlo en la cuneta, pude ver como aquel desgraciado animal, tan hermoso en vida y magestuoso en vuelo, me miraba moribundo con sus grandes ojos negros clavados en mi. Parecía pedir clemencia. Lamentablemente, no pude salvarla pero sí me tomé ese accidente como un aviso de "algo". Semanas más tarde, por tres veces en tres meses, escuché a una lechuza llamarme. Su opaca voz provenía del campanario y rompía el silencio de la noche resonando entre los muros de la plaza con un incómodo eco.
Era otoño a la hora en la que paseaba a mi perro, rayando la madrugada. Yo sabía que estaba allí... Estática, con su mirada clavada en mi y aunque no la viera, me sentía inquieta e intranquila, con una sensación extraña, observada por aquellos grandes ojos negros con los que su compañera moribunda me hubo mirado. Solo fueron tres semanas y tres llamadas, después, por mucho que volví a salir a la misma hora y en el mismo lugar, no volví a escucharla. Un mes después comencé mi convivencia en pareja y cuatro años más tarde, cuando el amor se tornó agrio y violento, volví a ver otra lechuza pero esta vez fue, en mis sueños.


Salió de mi casa y de mi vida por la ventana, arrancando con trabajo un largo vuelo hacia el negro cielo en el que se perdió sin remedio. Pero antes de partir, la lechuza, de espaldas a mi, giró 180 grados su cabeza, volvió a mirarme como despidiéndose y yo entendí, sin saber porqué, que debía protegerme. Poco después de este sueño, el que era ya mi expareja, enloquecido por una ruptura que de ninguna forma estaba dispuesto a aceptar, intentó robarme la vida.
Después de lo sucedido, para mi, aquella lechuza de mi sueño que pesadamente levantó el vuelo mientras su blanca silueta se perdía en el negro cielo fue el anuncio de mi más que posible muerte de la que milagrosamente, aún no sé ni como, me salvé.


Volando accidentada llegó a mi y se marchó dejándome sentenciada. Menos mal que algún Angel debió protegerme.

1 comentario:

artemisa dijo...

Hola Imma!!
Gracias por la Amistad y fidelidad que demuestras siguiéndome hasta aquí. Ater te di respuesta en Facebook espero que la hayas visto.
Efectivamente la "olivas" (en catalán) y "lechuzas" en castellano, no solo son inquietantes por sus sonidos y mirada tan penetrante si no porque en nuestros sueños y en persona, acostumbran a anunciar peligros próximos. En definitiva sigo preguntándome si realmente tendrán algo que ver con los inicios de la raza humana. Viste la película? La Cuarta Fase...